Con sus 5.462m, el Elbrus, es un destino atractivo para cualquier alpinista. La laderas de la montaña más alta de Europa no presentan grandes dificultades técnicas, y su ascenso es relativamente asequible, salvado el obstáculo de la altitud y la aclimatación. Por ello, os proponemos ascenderla y descenderla, empleando nuestros esquís como medio de progresión. Una actividad impresionante en el Caúcaso, que además nos dará la oportunidad de conocer un país, Rusia, y una cultura que no os dejará indiferentes.
Un viaje para poner en práctica nuestra habilidad y resistencia con el esquí de montaña al final de temporada, época perfecta para encontrarnos la montaña y la meteorología en condiciones favorables.
Además de Minerálnye Vody, ciudad donde aterrizaremos, podremos conocer la villa de Kislovodsk, y el valle de Baksar, donde vierten los glaciares que descansan en las laderas de este volcán.
Buena parte del viaje estará dedicada a la aclimatación en altura, pequeños y graduales ascensos que aprovecharemos para preparar la logística del ataque a cumbre. Una vez en el campo base de la montaña, dormiremos en los refugios que se suceden en la ascensión, acompañados por guías locales, que se encargarán de las labores de avituallamiento y logística para hacernos más sencillo alcanzar nuestro objetivo: La cumbre de la montaña más alta que se puede ascender en el continente europeo.